Las infecciones pulmonares pueden suponer un gran riesgo para las personas de avanzada edad, llegando a ser graves si no se tratan adecuadamente. Las bajas temperaturas y las estaciones frías (ya sea el invierno o un otoño gélido), producen diferentes síntomas, ya sea una gripe, la Covid-19 o un resfriado, que afectan a las vías respiratorias, comenzando con una tos y derivando en una infección pulmonar más grave como puede ser una neumonía.
Cada año, las infecciones pulmonares, entre ellas la neumonía, afectan a un numeroso grupo de personas mayores de 65 años y más del 40% requieren hospitalización. Esta enfermedad respiratoria que afecta al pulmón, se produce por una inflamación grave por infección de los alveolos pulmonares, llegando a inflamarse y llenarse de fluidos, complicando la respiración.
Tanto la gripe como la Covid-19 son dos de las principales causas de la neumonía, esta última de alto riesgo, pero no son las únicas. Las enfermedades crónicas como la diabetes o distintas cardiopatías, el tabaquismo y alcohol, la demencia, personas con las defensas bajas, entre otros, son factores de riesgo que afectan a la hora de contraerla. Si, además, hablamos de personas mayores, los riesgos aumentan.
Síntomas de la neumonía que podemos distinguir
La mayoría de neumonías son producidas por bacterias, virus (Covid-19) u hongos y suele producirse por vía aérea. Sin embargo, los microorganismos pueden llegar desde la boca, el aparato digestivo o a través de la sangre. Entre los síntomas más frecuentes destacamos:
- Tos productiva: a veces seca, con mocos y suele ir acompañada de la emisión de esputo verdoso o amarillento.
- Fiebre: acompañada de escalofríos y malestar generalizado, signo inequívoco de que el cuerpo está luchando contra la infección.
- Dificultad respiratoria: cuando los pulmones están infectados, les cuesta más sacar el aire y se produce sibilancia.
- Dolor de pecho: dolor aguzo y que suele ser más doloroso al respirar profundamente y al toser.
- Fatiga y cansancio
- Diarrea
- Náuseas
- Vómitos
Tratamiento de la neumonía en personas mayores
Si la neumonía se vuelve más virulenta y grave, se debe hospitalizar al paciente ya que presenta complicaciones como líquido en el pulmón, dificultad severa para respirar, taquicardias, dolores musculares y articulares, etc… Las personas mayores afectadas suelen tener una recuperación más lenta y el proceso de hospitalización es más largo.
Es por ello que, toda prevención es poca para evitar cuadros graves en personas mayores. La vacunación es esencial, tanto de la gripe como de la Covid-19, acompañadas de medidas de higiene lavando manos frecuentemente, uso de mascarilla, dieta saludable y mantener un ambiente limpio e higienizado.
Cáncer de pulmón: el cáncer pulmonar es la principal causa de muerte en todo el mundo. En la mayoría de los casos no produce síntomas o son muy inespecíficos.
El consumo de tabaco es la causa principal de este tipo de cáncer en el 80% de los casos y afecta a mayor número de hombres que de mujeres. Esto no quiere decir que una persona no fumadora no tenga riesgo de sufrirlo, pero su probabilidad se reduce a un 1%. La exposición al amianto, hidrocarburos policíclicos, arsénico y níquel son otros de los causantes de esta enfermedad pulmonar.
Para llegar a diagnosticarlo, es esencial realizar una serie de pruebas para su posible detección.
EPOC: Enfermedad pulmonar obstructiva crónica según sus siglas (EPOC), es una enfermedad respiratoria crónica en la que los bronquios se obstruyen (bronquitis crónica) y el pulmón se destruye (enfisema) como consecuencia del aspirar humo del tabaco y/o de otras sustancias (combustibles, carbón, leña, contaminación, etc.).
Se trata de una patología crónica, irreversible y progresiva que se asocia al hábito de fumar, pero cuyos síntomas pueden mejorar con la terapia con oxígeno y algunas medicaciones.